Un elevator pitch es anglicismo que viene a representar una situación en la que en lo que dura un viaje en ascensor, que suele ser menos de dos minutos, tienes la oportunidad de despertar interés en otra persona por tu proyecto. Esta persona puede ser un posible inversor o un posible cliente.

Es decir, se trata de un resumen muy breve con el que seas capaz de enamorar a alguien de tu proyecto.

Debes tener muy claro de qué tienes que hablar para hacer que tu proyecto sea llamativo y atractivo. En cuatro pasos podemos hacer conseguir un buen elevator pitch.

  1. Define tu proyecto:

¿A quién está dirigido?

¿Qué necesidad vas a satisfacer?

¿Cómo vas a satisfacerla?

¿Quién forma el equipo?

  1. Responde a las preguntas más comunes:

¿Quién eres?

¿Por qué puedes llevar el proyecto al éxito?

¿Cuáles son las posibles salidas para ti y para los inversores?

¿Cómo y cuándo recuperarán su dinero?

  1. Deja claro qué te diferencia de los demás:

                ¿Qué es lo que te hace distinto de tus competidores?

             ¿Qué solución aportas que no lo hagan tus competidores?

  1. Explica tu modelo de negocio:

             ¿Cómo vas a ganar dinero?

             ¿Por qué estás convencido de que será un éxito?

 

Y todo esto en no más de dos minutos… ¡no te enrolles!

La anterior lista de preguntas no es una lista cerrada, adapta tu discurso en función del receptor del mensaje ya que no es lo mismo hablar a un Business Angel que a una entidad financiera o un potencial cliente.

Es importante que tengas bien preparado el elevator pitch de tu proyecto ya que te puede ser útil en numerosas jornadas y congresos en los que podrías encontrar potenciales inversores y la financiación necesaria para llevar a cabo ese proyecto que tienes entre manos…

¡No pierdas la oportunidad! Hay que estar siempre preparado para aprovechar las oportunidades que se te puedan presentar.

 

Juan Baena