¿Sabías que la economía colaborativa ya supone entre en un 1% y un 1’4% del PIB? Pero, ¿qué es exactamente?
Como su propio nombre indica, es un modelo basado en la colaboración y la ayuda. Este modelo demuestra que la moneda no es siempre el valor de intercambio sino que se pueden intercambiar servicios o bienes.
Dependiendo de las necesidades y los productos a intercambiar podemos definir diferentes tipos de economía colaborativa:
- Consumo colaborativo: Los usuarios se ponen en contacto a través de plataformas digitales para el intercambio de bienes o servicios.
- Conocimiento abierto: Se promueve la difusión de conocimientos sin ninguna barrera legal ni administrativa.
- Producción colaborativa: Son redes de interacción digital que hacen que se promuevan la difusión de proyectos o servicios de todo tipo.
- Finanzas colaborativas: Los usuarios se ponen en contacto para satisfacer necesidades de tipo financiero como pueden ser microcréditos, préstamos o donaciones. El mejor ejemplo de este tipo de economía colaborativa son los crowdfunding.
Los principales beneficios de la economía colaborativa son:
- El ahorro.
- Desarrollo sostenible.
- Gestión de recursos.
- Mayor oferta.
- Beneficio medioambiental.
Algunos ejemplos de la economía colaborativa son plataformas como Airbnb (servicio de alojamiento para estancias cortas) o BlaBlaCar (plataforma que te permite compartir coche para viajar).
Sabiendo todo esto, ¿se te ocurre alguna idea? Si necesitas ayuda en el desarrollo de tu proyecto podemos ayudarte. ¡Contáctanos!
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